CaixaBank batirá el 16% rentabilidad en 2027 y distribuirá en dividendos hasta el 60% del beneficio

 

Comprometerá 5.000 millones en inversión tecnológica para apoyar las iniciativas estratégicas

Se propone crecer un 4% anual en créditos y recursos de clientes y bajar la morosidad al 2%

 

 

 

CaixaBank abre nueva hoja de ruta y aspira a rebasar el 16% de rentabilidad en 2027 en un escenario de tipos de interés a la baja que combatirán con una mayor actividad comercial. Su plan estratégico 2025-2027 proyecta crecer al 4% anual en las principales rúbricas de negocio y distribuir al inversor entre el 50 y 60% del beneficio vía dividendos, además de invertir todo exceso de capital que genere por encima del 12,5% CET1 en remunerar igualmente al accionista vía dividendos y con programas de recompras de acciones.

 

En la nueva etapa estará al frente de la presidencia Tomás Muniesa después de que José Ignacio Goirigolzarri haya decidido no renovar en el cargo. El hasta ahora vicepresidente del banco asumirá la función sin rango ejecutivo y resultará reforzada la responsabilidad de Gonzalo Gortázar como consejero delegado al frente del negocio.

 

Una de las grandes claves de la estrategia es apretar la marcha en la captación y generación de negocio para compensar el estrechamiento de los márgenes por la caída de tipos, desplegando numerosas iniciativas comerciales y maximizando los desarrollos tecnológicos. Para ello, el banco va a comprometer 5.000 millones en inversiones durante el trienio en digitalización e innovación, con planes para desarrollar las capacidades comerciales y de servicio de la mano de la inteligencia artificial generativa y renovar canales e infraestructuras tecnológicas. En paralelo, proyecta incorporar a 3.000 jóvenes, en su mayoría con perfiles técnicos, para acometer dicha transformación.

 

Entre las principales metas financieras figura mantener los ingresos, pese a la caída de los tipos de interés, y proyecta que la rúbrica alcance los 16.000 millones en 2027 frente a los 15.500 millones con que cerrará 2024. Espera que las comisiones crezcan a un dígito simple medio al año y los costes en un 4%, precisamente por las nuevas inversiones.

 

En negocio buscará aumentar el volumen gestionado un 4% al año, con expansiones similares tanto en la parte del crédito como en recursos gestionados de clientes. Su intención es bajar la morosidad desde el 2,7% actual hacia un 2%, manteniendo una hucha de provisiones que cubra al 70% los dudosos, y sujetar el ratio de eficiencia por debajo del 40%.

 

En solvencia escala su objetivo desde el 11-12 a un 11,5-12,5%, con el compromiso de invertir cualquier excedente de capital por encima de dicho umbral entre recompra de acciones y dividendos para mejorar la remuneración al inversor (en septiembre su CET1 se situaba en el 12,2%).

 

Uno de los accionistas es el Estado, con el 18,1% del capital del banco a través del FROB, que ya ha anticipado que su vocación es preservar su cuota de capital, de forma que venderá cualquier paquete de títulos que supere la participación en los próximos planes de recompra de acciones que lance el banco. La Fundación "La Caixa" controla una participación superior al 31,2%.

 

La nueva hoja de ruta llega tras haber batido las metas que se fijó en el plan 2022-2024 planteado después de la fusión con Bankia. En esa proyección se planteó duplicar rentabilidad hasta situar el ratio calculado sobre patrimonio tangible (RoTE) en el 12%, cuando en septiembre pasado este parámetro alcanzaba el 16,9%; pero también ha mejorado las proyecciones de morosidad -situada en el 2,7% frente al 3% con que ambicionaba cerrar este año-.

 

Su tasa de eficiencia alcanzó en septiembre el 39,2% cuando su reto era bajarla desde el 58 al 48% y la remuneración al inversor amplió su compromiso desde los 9.000 a 12.000 millones de euros, pagaderos entre dividendos ordinarios y vía recompras de acciones.

 

Acelerar la marcha del negocio

Con el cambio de la política monetaria del BCE, aspira a mantener su RoTE por encima del 15% de media en el trienio y exceder el 16% al término del plan estratégico, acelerando la actividad. Su previsión es crecer al 4% en un escenario donde augura que los tipos rondarán el 2%, apretando la marcha del negocio: esa aspiración duplica el 2% de aumento logrado en el plan estratégico que ahora acaba en diciembre, como también lo hizo en su hoja de ruta 2015-2018.

 

En 2019-2021, la expansión alcanzó el 6% en buena parte porque la financiación se disparó de la mano de las líneas de liquidez desplegadas por el ICO para ayudar a empresas y autónomos a encarar la crisis del Covid. Para empujar la actividad a mayor velocidad desplegará diferentes palancas y acciones comerciales, muchas de ellas basadas en innovaciones y mejoras tecnológicas y digitales, en cuyo desarrollo comprometerá 5.000 millones de inversión.

 

Quiere exportar el modelo de gestor híbrido de sus oficinas inTouch a toda su red para que todos los empleados de las sucursales se encuentren equipados para trabajar en remoto o de forma híbrida, multiplicará el equipo de gestores especializados e incorporará la inteligencia artificial generativa en favor de una mayor eficiencia en la contratación con clientes. En Imagin incorporará gestores remotos para clientes de alto valor y rediseñará y modernizará su canal web y apps para atraer nuevo tráfico y clientes.

 

El objetivo final es potenciar la actividad. Por tipo de negocio, persigue un aumento del 4% en el crédito, que contrasta con el apenas 0,5% del plan estratégico que cerrará este año o el 1,5% del anterior; y en recursos de clientes batirá también el 3% de la hoja de ruta que ahora cierra.

 

En financiación confía en aumentar un 2% la cartera hipotecaria, un 5% el stock de crédito con empresas y el 6% en crédito al consumo. En recursos gestionados pondrá el acento especialmente en la gestión de activos, donde espera crecer al 6% con un avance también del 3% en los depósitos de clientes.

 

Su ambición comercial se cimenta en que atisba mejores perspectivas después de que el crédito haya comenzado a crecer después del intenso desapalancamiento protagonizado por familias y empresas en los últimos 15 años. Ve oportunidades además en el crecimiento demográfico -espera aumentos del 1% anual en la población impulsado por la inmigración-, en la mejora de la esperanza de vida y en las posibilidades que se abren para el negocio con la transición energética.

 

Planteará batalla con programas de vinculación y fidelización para ensanchar su balance y base de clientes, que hoy alcanza los 18 millones de usuarios en España y cuenta con el 36,6% de cuota de mercado en nóminas domiciliadas.

 

Para maximizar las oportunidades en crédito al consumo, proyecta ampliar las alianzas con partners, por ejemplo, fabricantes de vehículos y lanzar soluciones específicas para diferentes segmentos como los jóvenes. En gestión patrimonial, donde controla un 29,5% de la cuota de mercado nacional, impulsará también herramientas digitales low-cost para clientes particulares y enriquecerá el catálogo, entre otras iniciativas.