27 de julio de 2023
Todo iba medio bien, el 2022 fue duro y complicado, salimos indemnes del ERE, con unas oficinas compitiendo sanamente con otras cercanas. Se acusa la falta de personal pero finalmente objetivos cumplidos y todos medio contentos.
Pero el 16 de enero comenzó lo que a la larga ha terminado siendo un infierno. Recibimos un email de Gestión de Plantillas en el que se nos felicita por nombramiento en un puesto de responsabilidad de una oficina Personal Banking. “Reciba nuestra más cordial felicitación…”
Acto seguido, Teams ilusionante de los superiores con todo el equipo; hemos sido elegidos para uno de los grandes proyectos de la Entidad, ojo que los objetivos serán acorde a lo buenos que sois. Ah y no os preocupéis por niveles, planes de carrera, complementos que a nadie se le va a tocar el sueldo ni un euro.
Luego lo lógico, un poco de caos informático, los clientes extrañados y el primer susto aparece el día 27, día de nómina, cuando de pronto se ve reducida la cuantía en más de 150 € (mi superior pierde el doble) ¡Qué raro! No pretendo ganar más, pero tampoco menos… Preguntamos a RRHH y la explicación es que al haber pasado a una oficina de nivel inferior, el complemento se reduce, pero que no nos preocupemos que eso se va a arreglar. ¡Habrá sido un error!
Pasa el tiempo, sigue la nómina reducida y empiezas a darte cuenta que quizás te han engañado. ¡No puede ser hombre! Es la empresa por la que lo doy todo, me hincho a vender, llevo 6 años seguidos cumpliendo objetivos y por eso me han pasado a una oficina cuya suma de volumen es casi el doble de la que estaba antes. ¡Lo arreglarán pronto!
Pasa el tiempo y empezamos a perder clientes. Clientes Wealth con millones de euros que no saben por qué su gestor no vive en su ciudad y preguntan qué hay que hacer para no ser catalogado Wealth, clientes Universales enfadados por el poco personal y que no pueden ser atendidos en la Personal Banking, clientes Banking que cobran el mínimo vital…
Pasa el tiempo y empezamos a enfadarnos unas oficinas con otras, unos compañeros con otros; ¿por qué no atiendes a los universales? Esto hazlo tú que a mi no me computa por ningún lado… lo bueno lo vendes tú, pero los reembolsos me lo mandas a mi oficina…yo aquí no lo hago porque no somos la oficina respaldo, etc, etc. Todo provoca las bajas de compañeros, quejas y aumenta el caos.
El 27 de julio, es el baño de realidad. El infierno se confirma. Ayer día 26, a última hora, salió la Clasificación de Oficinas. Como una Personal Banking grande me busco en las B, ¡nada! Que raro, seremos C, tampoco… Resulta que somos D, bajamos niveles al igual que las otras oficinas de la provincia. Y el día 27 la nómina lleva la reducción del complemento de puesto adicional, más todo lo retroactivo más, en mi caso, al estar en ciclo de consolidación la reducción de dos niveles en el sueldo que pierdo al pasar de una B en 12/22 a una D en 2023. 1.300 € menos de nómina (se escucha que en Córdoba un director ha cobrado 52 € y en Sevilla uno ha tenido que devolver dinero. En Asturias, en la Personal Banking, tampoco entienden nada. ¡No se ha cumplido lo prometido!
Yo personalmente, a partir de ahora, unos 600 € menos mensuales que en diciembre. A eso le añades la subida de la hipoteca de empleado al 2%, la hipoteca libre a más del 4% y la subida del personal.
Llamas a unos y otros en RRHH y ya la respuesta, si es que hay respuesta, es “esto es lo que hay” “esto es lo que se hace todos los años” o incluso que “tenemos disponible el anticipo nómina si nos hace falta”.
Ya sí, te das cuenta que tu empresa, por la que te dejas la piel, te ha tomado el pelo y lo peor de todo, le importa un pimiento lo decepcionado e impotente que te sientas.
Siempre a tu lado #CESICA_SI